Este bizcocho, aunque pueda parecer extraño, está súper rico y tiene un precioso color. A mí me encanta!!!. ¡Viva el verde! :)). El caso es que puede ser una opción muy buena además de para desayunos y meriendas, para rellenar una tarta de cumple en la que necesites el color verde (una tarta de campo de fútbol, por ejemplo,sin necesidad de usar colorantes, y los niños no se van a enterar de lo que lleva. Para mi gusto gana con los días. Vamos con la receta..
Ingredientes:
-200 gr de espinacas frescas
-zumo de medio limón y la ralladura del mismo, entero
-zumo de medio limón y la ralladura del mismo, entero
-180 gr de azúcar
-3 Huevos
-220 gr de harina
-3 Huevos
-220 gr de harina
-1 sobre de levadura
-5 cucharadas de leche
-5 cucharadas de aceite suave
-5 cucharadas de aceite suave
Horno precalentado 10 minutos a 180º.
Ponemos las espinacas en una sartén con el zumo de limón y las damos unas vueltas, no es necesario que se cocinen completamente, con tres o cuatro minutos bastará. Añadimos los líquidos (huevos, aceite y leche) y batimos bien. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo. Por último incorporamos la harina y levadura tamizadas, y batimos solo hasta mezclar, no es necesario incorporar mucho aire.
Lo vertemos en el molde elegido, previamente engrasado y enharinado y lo llevaremos al horno a 180º unos 35 minutos.
Dejamos enfriar un poco y en cuanto podamos desmoldamos. Yo lo bañé con un almíbar de zumo de limón y azúcar glas, y adorné con unos dados de jengibre confitado, pero podéis dejarlo tal cual :)
Espero que lo hagáis y me contéis :)