Las albóndigas me gustan de todas las maneras, formas y tamaños, me encantan, y la verdad es que las preparo poco y no sé porqué, pues son bien fáciles de hacer y no se tarda mucho. Hoy me apetecía probarlas con relleno de queso y una salsa de tomate casero y han triunfado. Pocas albóndigas habrá que fallen, es muy difícil a no ser que las quemes o las pidas en el macdonals jijiji y estas puedo decir que están bueníiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimas (y sí tengo abuela, sí, pero es que están muy ricas y hay que decirlo ) :))))
Ingredientes para 4 personas, buenas raciones:
-1 kg de carne picada, de ternera o novilla, o si os gusta mitad cerdo pues a vuestro gusto
-3 huevos
-1 diente de ajo muy picado
-perejil
-sal y pimienta
-harina para pasarlas antes de freír
-queso para el relleno, el que más os guste, a mí me gusta poner manchego porque me encanta pero podéis poner cheddar, de nata, havarti, picón....al gusto de cada uno.
-salsa casera de tomate, vuestra preferida, yo la hago con ajo, cebolla, zanahoria, tomates y sal
-aceite de oliva virgen extra para freír las albóndigas, usé mi básico e imprescindible Encinas de Montequinto
Lo primero ponemos en un bol amplio la carne, ajo, perejil, sal, pimienta y los tres huevos. Mezclamos muy bien y formamos las bolitas. En el centro de cada una metemos un trocito de queso, es muy fácil porque luego las volvemos a bolear con las manos y la carne enseguida tapa el queso, son muy maleables. Las pasamos ligeramente por harina y las freimos en aceite bien caliente, sólo que doren, no las hacemos en exceso porque luego las metemos en la salsa y se acaban de hacer.
Las ponemos sobre nuestra salsa de tomate elegida y las damos un hervor. Reservamos y servimos, ideal con unas patatas fritas o con una buena ensalada. Por supuesto se pueden congelar y quedan perfectas :).
¡Hasta la próxima receta!