Unas deliciosas magdalenas que no tienen ningún misterio, basta con infusionar la leche con vuestro té preferido y voila! magdalenas de té!. En este ocasión usé uno de canela y limón de La Casa de Té pero puede usarse el que más os guste: verde, negro, rooibos...etc.
Decir que he utilizado un aceite de oliva virgen extra, frutado, de la variedad arbequina, que es super suave y que para nada dará un sabor fuerte a las magdalenas sino todo lo cotrario, salen exquisitas. El aceite es de La Boella y me recomendaron usarlo para postres por su suavidad.
He usado la receta de las magdalenas de Xabier Barriga algo modificada, lo he hecho así:
Ingredientes:
2 huevos L (o 125 gr de huevo, pesados sin cáscara )
-175 gr azúcar
-60 ml leche
-2 cucharadas de té, en este caso he puesto de canela y limón de La Casa de Té
-190 ml aceite de oliva virgen extra, frutado, arbequina 100%, de La Boella (la receta original es con girasol y os aseguro que con este virgen extra están divinas)
-210 gr de harina
-ralladura de 1 limón
-1/2 cucharadita rasa de canela
-5 gr levadura
-1 pizca de sal
Infusionamos la leche con el té, dejamos reposar hasta que esté tibio, colamos y reservamos la leche.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que esté ligeramente espumoso. Añadimos la leche y el aceite y seguimos batiendo. Ahora la canela, limón y sal. Batimos. Harina y levadura tamizadas y acabamos de batir hasta obtener una masa homogénea.
Dejamos reposar una hora mínimo en la nevera, pues esto hará que queden mucho más esponjosas Si tenéis prisa o no os apetece hacer este paso, os quedarán igualmente muy buenas, lo que pasa que lo de la nevera es porque al pasar del frio de la nevera al calor del horno, suben muy bien y salen más esponjosas pero ya os digo que para mi gusto no es estrictamente necesario.
Precalentamos a 250º el horno 10 minutos.
Llenamos los moldes de magdalenas (imprescindibles rígidos, ya sean de silicona, o flaneras, o un molde de muffins, pero nunca sólo y directamente sobre el papel, pues se abrirían y no subirían) y echamos un hilo de azúcar encima de cada una. Tenemos a 210 º unos 15 minutos.Dejamos reposar una hora mínimo en la nevera, pues esto hará que queden mucho más esponjosas Si tenéis prisa o no os apetece hacer este paso, os quedarán igualmente muy buenas, lo que pasa que lo de la nevera es porque al pasar del frio de la nevera al calor del horno, suben muy bien y salen más esponjosas pero ya os digo que para mi gusto no es estrictamente necesario.
Precalentamos a 250º el horno 10 minutos.
Usé el té de la derecha. Lo del centro es un corazón de té, que al contacto con el agua se abre, como la flor de té, y queda precioso, es muy llamativo. Lo de la izquierda es piña deshidratada, está muy rica en bizcochos...y si la comes sola es como una golosina, crea adicción! pronto veréis alguno con ella.
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| podemos usarlo para lo que queramos, pero para postres me parece perfecto |